A modo de póstumo Homenaje a Doña JOSEFA OLIVER GARCIA, reproducimos el articulo de José María Jericó publicado en la Revista Oficial de Hogueras 2007
REDACCIÓN.- http://torosnoticiasmurcia.com PUBLICADO EN LA REVISTA OFICIAL DE HOGUERAS 2007
Por JOSE MARÍA JERICÓ.
Para hablar de Juan Oliver, lo primero que se necesita es conocer la historia de una familia que a lo largo de más de una centuria ha estado vinculada al coso de la plaza de España en cuerpo y alma. Una historia que comienza, nada más ni nada menos, que a finales del siglo XVIII cuando en el año de gracia de 1.891 el abuelo Juan se hace cargo de la conserjería de la plaza de toros de Alicante, siendo empresario y propietario del coso, por aquel entonces, D. Francisco Rocamora.
El cargo de conserje llevaba vinculada la vivienda dentro del recinto de la plaza y allí se instaló el primer Oliver junto a Josefa su esposa, y allí nacieron sus hijos, Josefa, la madre de Juan Oliver, y sus tíos Vicente y Matilde. Al fallecer en 1.933 el patriarca de la familia, se hace cargo de la conserjería de la plaza su esposa Josefa García ayudada por Daniel padre de Juan, que por aquel entonces ya mantenía relaciones amorosas con la hija del titular de la consejería de la plaza. Al contraer matrimonio Daniel y Josefa, decidieron quedarse a vivir en el hogar paterno, pasando el año 1.936 a figurar como titular de la conserjería Daniel Oliver hasta que falleció en 1.983, y allí, entre el bullicio de los días de corrida y los silencios solemnes que encierran los muros de nuestra centenaria plaza, nació el año 1.944 el protagonista de esta historia, nuestro personaje principal, Juan Oliver Oliver y su hermana Beatriz unos años después.
La infancia de Juan transcurrió impregnada por el embrujo torero de todo lo que le rodeaba, jugando entre los numerosos rincones que le propiciaba tan taurino lugar como eran los corrales y dependencias de la plaza. Allí comenzó a nacer en el una incipiente afición que le llevo a intentar la aventura taurina, para ello acudió a la plaza del barrio de los Ángeles, propiedad de Paquito Esplá, donde todos los domingos se soltaban becerras para los aprendices toreros. Toreó varias becerradas y algunas novilladas sin caballos, haciéndose banderillero para torear a las ordenes de un jovencísimo José María Dols Abellán ‘Manzanares’ cuando este andaba de becerrista. Pero el infortunio familiar, en forma de una grave enfermedad de su padre, le obligo a dejarlo todo y dedicarse a atender la plaza, ejerciendo las labores de conserje, cargo que ostentaba su padre hasta que este falleció el año 1.983.
Nuestro personaje contrajo matrimonio el año 1.972 con Mercedes y fruto de este matrimonio nacieron sus hijos Daniel, Álvaro y Juanín, este tristemente desaparecido victima de una cruel enfermedad cuando tan solo contaba 24 años de edad. Aunque Juan ayudaba a su padre en todo lo concerniente a las labores que acarrea la conserjería de la plaza, al casarse no se quedo a vivir en la plaza, con lo cual sus hijos nacieron en el Barrio San Blas, pero si se puede decir que estos crecieron en ella, pues las visitas a la casa de los abuelos se producían casi a diario, de hecho el benjamín de la familia el malogrado Juanín fue bautizado en la capilla de la plaza y sus cenizas en ella reposan.
Los entonces propietarios de la plaza los señores Vicente Espadas y Antonio Escoto, aprovechando el ‘boom’ inmobiliario de los años 80, deciden que los terrenos que ocupaba el coso taurino en pleno corazón de Alicante, valían una fortuna si conseguían derribar la plaza y en ella se construía un complejo de viviendas. Pero no fue así, ya que el propio Juan Oliver incito, a través del concejal Antonio Moreno, al Ayuntamiento de la ciudad por aquel entonces regido por José Luís Lassaletta (PSOE) para que este comprara la plaza y pasara a ser propiedad de la ciudad de Alicante, tal y como sucedió después de numerosas negociaciones el año 1.983. El Ayuntamiento compró la Plaza de Toros pagando por ella, según fuentes de buena solvencia, la cantidad trescientos ochenta millones de pesetas y, Juan deja de ejercer como conserje de la misma al ser este puesto ocupado, lógicamente, por un funcionario municipal.
Por esas fechas, se habían creado en distintas poblaciones de nuestra geografía con plaza de toros propiedad de Diputaciones o Ayuntamientos, varias Escuelas Taurinas, siendo la de Madrid la primera de estas características que se constituyo el año 1.976. Pero, y por que no una escuela en Alicante, con la cantidad de toreros que había dado a la historia del toreo y con la afición que existía entre muchos jóvenes alicantinos. Dicho y hecho, Juan con la ayuda del inefable e insuficientemente valorado ‘Germi’, se puso manos a la obra y después de no pocas conversaciones con los responsables del Ayuntamiento consigue crear a primeros de 1.984 la que sería Iª Escuela Taurina Municipal de Alicante, siendo nombrado Juan Oliver, director artístico y docente, asistido como profesor ayudante por Luís Valero “Germi”.
Esta primera etapa de la escuela duro hasta finales de 1.986, y en ese periodo de tiempo se matricularon un buen numero de alumnos que soñaban con alcanzar gloría y fama en tan difícil profesión, entre ellos recordamos a: José A. Ruiz, Julio Martínez, Manuel J. García, Francisco Morcillo, Mario Chacón, Roberto Blanquer, Juan Segura, Manuel Molina, Vicente Beltri, José García, Gabriel Pastor, Enrique Martínez, Luís J. Amador, Francisco Gómez, Daniel Oliver, Álvaro Oliver, José A. López, José L. Aracil, Pablo Aracil, Miguel A. Tebar, Celso Ortega, César Ortega, Federico Cortés, Antonio M. Hernán, Antonio García, Juan Reyna y Miguel Chozas, Rubén Ruiz, Juan Belmonte, Paquito Alarcón, Paquito Cervantes, El Renco. Tomás Linares, Curro Matola, etc.
Durante el primer año se empezaron a impartir las clases teóricas que se alternaban con practicas en tentaderos, becerradas, y, una modalidad que impuso Juan en las escuelas fueron las clases practicas de toreo que se celebraban los domingos por la mañana, las cuales se daban con añojas a las que salían a torear dos o tres alumnos por cada animal. Este primer año sirvió para que los alumnos conocieran los secretos de la lidia y fueran acostumbrándose al manejo de capotes, muletas y aceros.
A principios de 1.985 la Escuela Taurina Municipal de Alicante ingresa en la Federación Nacional de Escuelas Taurinas, consiguiendo su director que la Asamblea General de ese año se celebrará en nuestra ciudad, los días 25, 26 y 27 de enero, contando con la asistencia de representaciones de las escuelas de Madrid, Córdoba, Valencia, Albacete, Jaén, Salamanca y Nimes.
Entre los acuerdos que se adoptaron figura la convocatoria de la Iª Liga de Escuelas de Tauromaquia y la aprobación de festejos televisados, entonces TVE televisaba cinco o seis novilladas sin caballos en las que participaban alumnos de las distintas escuelas, y nunca se había contado con Alicante, pero Juan Oliver consiguió que la final a celebrar el 1 de noviembre se realizara en Alicante, con lo que ello representaba para nuestra ciudad y para la propia escuela. También en el transcurso de esta Asamblea se proyecto con carácter de estreno en el cine Monumental la película “Tú solo” que sobre la Escuela de Madrid había realizado el director Teo Escamilla, y el domingo, día 27 por la mañana, se celebró una becerrada con la participación de los alumnos de las distintas escuelas, siendo los representantes de Alicante los alumnos José A. Ruiz y Álvaro Oliver.
La Iª Liga de Escuelas se celebró previa selección de dos alumnos de cada escuela para representarla. Por parte de Alicante fueron seleccionados Manolo Molina y Enrique Martínez “El Quieto”, desempeñando ambos un excelente papel en cuantas actuaciones realizaron en las novilladas sin picadores que se celebraron, quedando clasificado para debutar con caballos en la final de Alicante, Manolo Molina junto Roberto Serrano de Madrid y Julio Norte de Salamanca.
La gran final en la que los chavales superaban un escalón en su carrera, con las cámaras de TVE retransmitiendo para toda España, se celebró la mañana del señalado día 1 de noviembre, lidiándose una novillada de D. Álvaro Domecq, resultando triunfador de esa Iª Liga el representante de Salamanca Julio Norte, al que se le entregó como premio de la Federación un equipo completo de torear. El segundo clasificado fue nuestro representante Manolito Molina, el cual tuvo una gran actuación con corte de orejas y salida a hombros junto a Julio Norte. Mientras que el representante de Madrid se fue de vacío.
Al año siguiente 1.986 la Escuela de Alicante en las semifinales sin caballos celebradas en Nimes (Francia) consiguió colocar a otro alumno en la final, en esta ocasión, José A. Ruiz, el cual debutó con caballos en Jerez de la Frontera (Cádiz), el día 1 noviembre, junto al representante de Albacete, Gonzalo González y el de la Escuela de Jerez, José Ángel Morales. Antes se había organizado una novillada con caballos en Caudete (Albacete), donde con las cámaras de TV por testigo se lidiaron novillos de la ganadería de Gabriel Rojas para Manolo Molina que corto cuatro orejas, José Luís Bote de Madrid, que se llevo en el esportón otras cuatro orejas y José Damián Tebar de Albacete que debutaba con caballos esa tarde y tuvo una discreta actuación.
De esta generación de alumnos que pasaron por nuestra escuela llegaron a tomar la alternativa: Manolo Molina, Paquito Cervantes, Juan Belmonte, Julio Martínez, Luis J. Amador, Álvaro Oliver, Juan C. Ruiz, Antonio Pérez “El Renco” y Curro Matola. Otros que llegaron a debutar con caballos fueron: José A. Ruiz, El Jero, Tomás Linares y Rubén Ruiz. En la actualidad Alicante cuenta con un magnifico plantel de banderilleros, pues las circunstancias que rodean la fiesta hace muy difícil poder llegar a la cúspide del toreo, y muchos de estos, entonces chavales, hoy ya hombres y padres de familia, decidieron cambiar el oro por la plata y seguir vinculados a una profesión que les apasiona y con la que soñaron desde niños.
Al finalizar el año 1.986 hubo una renovación en la dirección de la Escuela haciéndose cargo de ella Gregorio Tebar “El Inclusero”, cargo que ocupó durante los dos años siguientes. Al finalizar la temporada de 1.988 la escuela se deshizo, al no considerar oportuno la nueva corporación municipal (PSOE) del Ayuntamiento de Alicante el mantenimiento de la misma. Pero afortunadamente el año 1.996 con la llegada al Ayuntamiento del PP y las gestiones realizadas por el entonces Concejal encargado para Asuntos Taurinos, Enrique Montalvo, la Escuela Taurina Municipal de Alicante volvió a funcionar con Manolo Molina y Álvaro Oliver como directores artísticos y nuevamente Juan Oliver Oliver actuando como coordinador de la misma, hasta que en 1.999 los deberes profesionales, al estar actuando Manolo Molina a las ordenes del matador de toros francés Juan Bautista y Álvaro Oliver con José Mª Manzanares hijo, tuvieron que dejar la escuela al no poderla dedicar el suficiente tiempo, dejando paso al hombre que la lleva en la actualidad, Antonio Martínez “Rondeño” y del que ya hablamos en el ejemplar de esta revista que se publico con motivo de la feria del 2.005.
Juan Oliver, ha llevado la gestión gerencial desde que la empresa formada en sociedad por los Hermanos Lozano y Manzanares se hicieron cargo de la plaza, continuo el tiempo que llevo la plaza Pedro Manzanares y en la actualidad sigue vinculado con la empresa “Toros de la Terreta” que gestiona Simón Casas y Nacho Lloret, en las tareas administrativas de su plaza. Él, tiene un trocito de su alma en la plaza que lo vio nacer y para él seguir vinculado a la plaza forma parte de su vida, no en vano en ella esta escrita la historia de una familia, una saga, la historia de los Oliver.
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