jueves, 14 de octubre de 2010

LA MINISTRA Y LOS TOREROS... / Por José María Jericó

LA MINISTRA Y LOS TOREROS /
Por José María Jericó
Parece el titulo de una película, pero no lo es. Aunque algo de ficción si tiene, como el cine de donde proviene la ministra que representa al ramo de los de la ceja. Precisamente eso es lo que les falta a los ‘siete magníficos’ que visitaron a la señora ministra en ‘la Casa de las Siete Chimeneas’....
El estamento taurino debe arreglar todo el desaguisado que prolifera en el espectáculo, sino, la única verdad que impera en el toreo, y que no es otra que el sufrimiento y la sangre que derramáis, de nada servirá y la ‘fiesta de los toros’ antes o después desaparecerá.
Jueves, 14 de Octubre de 2010
JOSÉ MARIA JERICÓ. Ceja, mucha ceja, a decir de la Pantoja a su amado alcalde, cuando le recomendaba, “dientes, muchos dientes que eso les jode”. En el caso de la ceja, no jode, al contrario hace compañeros de viaje a muchos y además les abre puertas y subvenciones. Algo que le falta al toreo. De esta reunión, por mucho que digan que la ministra los ha recibido, sin permitir que su representante legal, que les acompañaba, estuviera presente, y de que se trata de un primer contacto, nada han sacado, salvo para muchos, un bochornoso desaire, quieran o no, al evitar dejar constancia grafica del momento y no permitirles utilizar una sala para dar información a la prensa de la reunión mantenida.
En algunos medios ya se ha comentado. La ministra de cultura recibe a los toreros con una larga cambiada y los despacha con un pase de pecho, con perdón, hondo, profundo, sacándoselos por la hombrera contraria y con un “ya nos veremos”.
Nadie pone en duda las buenas intenciones de estos representantes de la torería andante, pero aunque nunca es tarde, esta acción la tendrían que haber realizado ya hace tiempo. Somos muchos los que pensamos que para defender la Fiesta de los Toros, se debe de realizar uniendo esfuerzos y criterios de todos los que integran el colectivo taurino, toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, etc. hacer la guerra cada uno por su cuenta de nada sirve, recordar aquello de “divide y vencerás”, y la verdad los vientos políticos que corren con el partido que nos gobierna son como para no fiarse, pues esta claro que la Fiesta Nacional les molesta y no quieren enfadar a sus socios posicionados más a la izquierda. Por eso al gobierno le viene de perlas la dispersión de fuerzas de los taurinos y el que estén divididos. Las buenas palabras de los ministros de interior y cultura, como tantas cosas que han dicho, se las llevara el viento y se retractaran como con tantos otros asuntos de la política española han hecho. En una palabra, en estos momentos, cualquier cosa que digan o hagan carece de credibilidad, a pesar de las buenas palabras de Rubalcaba, ya veremos como y cuando pasa. Y que beneficios o desgracias nos trae el cambio. Tiempo al tiempo y no quiero profetizar nada, pero sinceramente, a mi, particularmente, no me huele bien el cambio de postura tan repentino y me cuesta trabajo creer que ZP haya dado luz verde a las reivindicaciones que se vienen haciendo desde los estamentos taurinos.
Pintan bastos y como no gestionen bien todo esto del cambio, mal lo podrían pasar los que viven de este espectáculo, que además es su negocio. El aficionado, que es el que nutre las arcas del toreo, sufrirá con tanto desaguisado que se puede armar, pero nada puede, ni debe de hacer. Son ustedes los taurinos los que tienen que luchar, repito, unidos, para que no se carguen la Fiesta. Por un lado a nivel político, pues aunque digan que no, la han politizado, y por otro lado con la verdad, desterrando de la fiesta a los enemigos internos. El público no quiere espectáculos como los acaecidos en el último tramo de la temporada en Bilbao, Albacete o Sevilla, por poner un ejemplo con ganado impresentable de ganaderías señeras de apellido ilustre. Por cierto ganaderías impuestas a las empresas. El publico no quiere el toro dócil y ‘chochon’, el toro sin casta que se prodiga en las ferias “amables” del levante español, casi todos de las mismas ganaderías a las que hago mención. El público quiere el toro con casta, bravura y trapio, el toro integro, el toro que tenga movilidad, no el de la carretera, pero si el que transmite emoción y da respeto a lo que se hace en el ruedo. El aficionado y el público, quieren que no les den gato por liebre, pues no es solo la crisis la que esta haciendo daño a la fiesta, sino todo lo que conlleva el engaño y el fraude que se esta dando en muchas plazas. Muchos espectadores salen de la plaza con la sensación de que les han ‘robao’ la cartera y naturalmente dejan de acudir a presenciar este espectáculo que necesita se refuercen sus cimientos para que no se hunda. No olvidemos que el espectáculo se denomina “corrida de toros”, no de toreros, y si falla el elemento base que es el toro, todo se queda en la nada.
El estamento taurino debe arreglar todo el desaguisado que prolifera en el espectáculo, sino, la única verdad que impera en el toreo, y que no es otra que el sufrimiento y la sangre que derramáis, de nada servirá y la ‘fiesta de los toros’ antes o después desaparecerá.

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