ALICANTE. Domingo, 20 de Junio de 2.010.
Crónica.- JOSÉ MARÍA JERICÓ. Fotos.- BENITO S. LEYVA
Toros de Juan Pedro Domecq mal presentados, desiguales y desrazados.
LUIS FRANCISCO ESPLÁ, Oreja y saludos tras fuerte tras petición, bronca al palco
MORANTE De La PUEBLA, Silencio con algunos pitos y oreja tras aviso.
ALEJANDRO ESPLÁ, oreja y oreja.
ENTRADA: Tres cuartos de plaza.
Tarde de emociones y torería. El maestro Esplá se despedía tras 34 temporadas en activo, en el mismo día en el que doctoraba a su hijo Alejandro cediéndole los trastos de matar y le cargaba con la responsabilidad de llevar con honor el nombre de Su Dinastía. Todo esto con un testigo de lujo, Morante de la Puebla, que venia a Alicante a testificar con su toreo sublime, la retirada de un catedrático, más que maestro, del toreo.
Fallo el tema de la ganadería elegida, Juan Pedro Domecq, a pesar de que el pasado año se le concediera el indulto a uno de sus toros, más por meritos del maestro de Chiva que del propio toro al que hoy se le ha dedicado una placa en conmemoración a su vuelta a la dehesa. La corrida de hoy, y van unas cuantas, ha salido mal presentada, sin fuerzas y muy baja de casta. El toro de la alternativa de nombre ‘Preceptor’, marcado con el numero 115. Negro mulato. Nacido 2/2006, de noble condición, pero escaso de fuerza y raza. Con él, Alejandro, estuvo animoso en los lances de recibo y en un quite por ‘saltilleras’. Recibe de manos de su padre los trastos de matar y tras el abrazo de rigor y el perceptivo permiso de la presidencia brinda a su padre. Realizando un trasteo aceptable en el que prevaleció reposo y tranquilidad en el manejo de la franela con adornos y remates marca de la casa. Mató de una estocada desprendida y el público alicantino le premió con una oreja. El sexto, segundo de su lote, tuvo algo más de movilidad y picante pero escasa clase. El toricantano se mostró muy voluntarioso con él, intentando agradar. Mató de una estocada baja y el público saco los pañuelos, paseando una oreja.
Luis Francisco Esplá, que al romper el paseíllo saludo una fuerte ovación, mostró sus virtudes lidiadoras durante toda la tarde. Estuvo variado con el capote. Compartió banderillas en su primero con Morante y su hijo Alejandro en un bonito y aplaudido segundo tercio. Le devolvió su hijo los trastos de matar y protagonizo una faena llena de detalles toreros. Intentó matar recibiendo pero pinchó y luego acabó con su oponente de un volapié que le valió una oreja. En el cuarto un toro carente de clase, lo recibió con una larga afarolada. Puso cuatro pares de banderillas marca de la casa entre el delirio de su publico. Brindó la muerte del último toro de su carrera a sus padres y nieto, nacido de su hija Roció y con el que se inicia la cuarta generación de la familia Esplá. Inició la faena sentado en el estribo, con pases por bajo y trincheras de grato sabor torero. Intentó sacar de donde no había, el toro sin fuerzas se paró y el maestro no se dió coba. Hubo petición de oreja y el palco que en este caso debería de haber tenido en cuenta la trayectoria de todo un maestro del toreo y lo emotivo del día, se la negó, recogiendo desde el centro del anillo el cariño de sus paisanos de los que se despidió ceremoniosamente y muy emocionado. Emoción que surgió nuevamente cuando su hijo le cortó la coleta, se abrazaron y el público los saco en volandas de la plaza por la Puerta Grande entre una estruendosa ovación y gritos de torero.
Del paso de Morante de la Puebla por Alicante, cabe destacar las verónicas de recibo a sus dos toros, sintiéndose, meciendo y templando el capote, saliéndose a los medios, y un quite por chicuelinas con sabor ‘morantista’ realizado al segundo de su lote, un toro de media embestida y con el que el torero se fajo con la muleta sacando pases por ambos lados de mucha calidad y estética. Oreja tras aviso. Con su primero abrevió, lo macheteo por ambos pitones y se lo quitó de enmedio.
EL APUNTE DE PEPE CASTILLO:
EL ADIOS DEL MAESTRO ESPLÁ: FUNDIÉNDOSE ENTRE SUS MANOS, FUERTEMENTE APRETADAS, JUNTO A TODOS AQUELLOS A LOS QUE NOS TOCÓ EL CORAZÓN CON SU TAUROMÁQUIA Y CON SU EJEMPLO DE "HIDALGO CABALLERO".
Datos para la historia: El Maestro Esplá, vistió un terno azul marino y oro. El ultimo toro de su carrera perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq, se llamaba “Hosco”, marcado con el nº 8. Negro de 494 k., y nacido en febrero del 2.006.
¡¡ HASTA SIEMPRE MAESTRO !!. Gracias por tantos años de TORERÍA, dentro y fuera de los ruedos.
Que DIOS le Bendiga. Con el deseo de que se "produzca el milagro de que su hijo llegue a ser Figura del Toreo...". (ver entrevista a Esplá de ayer domingo en ABC)
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