El alumno de la Escuela Municipal Taurina de Alicante, Raúl Bravo se llevo el IVº Trofeo Triunfador que la empresa Servicios Integrales Taurinos ha organizado durante los cuatro años que ha llevado la plaza alicantina, poniendo en juego un traje de luces que en ediciones anteriores ganaron los alumnos; Jorge Tora, Vicente Villaverde y Borja Álvarez.
ALICANTE. Domingo, 5 de Septiembre de 2010
Informa.- JOSÉ MARÍA JERICÓ. Fotos.- BENITO SÁNCHEZ LEYVA
El jurado compuesto por periodistas y presidentes de algunas peñas taurinas, puntuaron de acuerdo a lo acontecido en el ruedo, coincidiendo en su puntuación con lo realizado por los tres alumnos en el transcurso de la becerrada en la que con novillos de Jiménez Indarte, de correcta presentación y juego desigual, lidiaron los alumnos; Raúl Bravo, oreja, oreja y ovación tras aviso en el que mato en sustitución de Adolfo Cervantes que fue ovacionado cuando paso a la enfermería donde se le aprecio rotura del ‘escafoides’ de la mano izquierda y José Mª Pérez Hickman, ovación tras aviso y oreja. Para los dos últimos era su primera actuación de luces.
Raúl Bravo, residente en Villena, demostró recursos y saberse la lección de cuales son las bases de la lidia. Toreo con gusto, tanto con el capote como con la muleta, con la que ligo series sobre ambas manos, bien estructuradas y con aplomo. Mato de certeras estocadas y se llevo una oreja de cada uno de sus dos oponentes. En el que lidio en sustitución de su compañero, el más deslucido del festejo fue ovacionado. El lesionado Adolfo Cervantes, una vez finiquito a su primer novillo que le revolcó por dos veces al intentar dar dos pases cambiados por al espalda, ocasionándole la lesión a la que hacemos mención, se sobrepuso y toreo templado en varias tandas con la derecha de buena ejecución, muy relajado a pesar del dolor y de tener la mano imposibilitada para coger ningún tipo de peso. Mato como pudo y recibió una fuerte ovación. Cerraba terna José María Pérez Hickman, el menos puesto de los tres tal y como demostró por los continuos desarmes y revolcones que sufrió, así como por las continuas coladas provocadas por su mala colocación y no llevar toreado al novillo, descubriéndose y haciendo que el animal arremetiera contra el cuerpo. Aun así no se arredro en ningún momento y mostró buena disposición para seguir aprendiendo.
El jurado declaro vencedor a Raúl Bravo que se llevo el traje de luces concedido por la empresa, Adolfo Cervantes un capote de brega y José Mª Pérez Hickman una muleta concedidos por la Escuela.
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